La ciudad estadounidense de Seattle vivió un estremecedor suceso cuando
el pequeño Joskar, de tan sólo dos años, se precipitó por la ventana de
su casa –un quinto piso- cuando trataba de asomarse al exterior
apoyándose en el sofá. Su madre, Oneida García, presa del pánico, tuvo
el reflejo de tirarse ventana abajo para salvar a su pequeño, sin pensar
en las dramáticas consecuencias que podría tener.
Afortunadamente, todo quedó en un gran susto: el pequeño Joskar se salvó
al caer en el balcón del vecino de abajo, al igual que su madre. A
pesar de lo aparatoso de la caída, los dos tuvieron mucha suerte y
apenas sufrieron heridas; Joskar se fracturó un hueso de la cara y su
madre un tobillo, aunque ninguno de los dos podrá borrar de su mente
este día en el que vieron la muerte de cerca.
0 comentarios:
Publicar un comentario