SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El hallazgo de una carta en la
que la mayor de sus hijas confesó que fue víctima de abuso a manos de su
propio padre motivó a una mujer a denunciar a su hasta ese momento
pareja y padre de sus tres hijos.
Pese a que se encuentra cumpliendo una medida de coerción consistente
en prisión preventiva, el imputado no deja de asediar, por la vía
telefónica, tanto a su ex pareja como a sus hijas. La ex esposa y las
hijas de Criso De León se vieron obligadas a abandonar Samaná.
El local en que funcionaba un pequeño colmadito propiedad de la
esposa, fue alquilado para pagar un préstamo que ella tomó para montar
el negocio.
Ahora De León también asedia al inquilino, quien ha manifestado se
mudará, pues no aguanta las constantes llamadas del imputado que pide
que el dinero se le entregue a él.
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