SAN FRANCISCO, EE.UU.- El equipo de República Dominicana se proclamó la noche de este martes nuevo campeón del III Clásico Mundial de Béisbol al ganar en la primera final caribeña y latinoamericana por blanqueada de 3-0 a Puerto Rico y quedar invicto en el torneo.
República Dominicana, que ganó los ocho partidos que disputó, hizo historia al ser el primer equipo que consigue el título sin conocer la derrota y ocupa el lugar de Japón, que había sido el ganador de las dos anteriores ediciones.
Dominicana anotó dos carreras en la parte baja de la primera entrada
cuando José Reyes recibió al abridor Giancarlo Alvarado con un doble,
dio boleto gratis intencional a Robinson Canó y Edwin Encarnación pegó
otro extra base que llevó a sus dos compañeros a la goma del home para
el 2-0.
El definitivo 3-0 llegaría en la parte baja del quinto episodio
después que Alejandro De Aza pegó sencillo, llegó a segunda tras una
rola por tierra de “out” de Reyes y Erick Aybar lo impulsó hasta la
registradora al conectar doble contra el lanzador Hiram Burgos.
El abridor derecho Samuel Deduno (1-0) se combinó con cuatro
relevistas para conseguir la victoria al completar cinco entradas en las
que cedió sólo dos imparables, dio tres bases por bolas y sacó cinco
ponches después de realizar 76 lanzamientos y 46 colocarlos en la zona
del “strike”.
El veterano Octavio Dotel trabajó el sexto episodio con hit y base
por bolas; Pedro Strop estuvo perfecto al sacar dos ponches en el
séptimo y Santiago Casilla regaló un boleto y abanicó a un bateador
rival en el octavo.
El cerrador Fernando Rodney logró el séptimo salvamento del torneo,
nueva marca, al sacar los últimos tres “outs” del partido sin permitir
anotación y con dos ponches.
Aunque el campocorto Mike Avilés alcanzó la primera con error de
fildeo del tercera base Miguel Tejada, Rodney retiró a Alex Ríos con
globo a la segunda base, donde capturó Robinson Canó, abanicó a Carlos
Rivera y a Luis Figueroa.
Rodney, que el lunes cumplió 36 años y llegó con un “plátano verde”
como su “amuleto” de la suerte, completó el torneo sin permitir carrera
en las siete entradas y un tercio que trabajó desde el montículo, dio
una tres bases por bolas y sacó ocho ponches.
El bateo oportuno lo encabezó Encarnación al irse de 4-1 con dos
impulsadas y Aybar que tuvo de 3-2 y produjo la tercera y definitiva
carrera del partido.
La derrota fue para Alvarado (0-1) que sólo aguantó la primera
entrada al castigarlo con dos imparables, que fueron dobles, cedió dos
carreras limpias, dio una base por bolas y sacó un ponche.
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